Escaleras en Paris (II)

Cuando atravesamos la galeria Denon, la policia de Paris custodiaba una de las alas del angel de la obra de Canova. Alguien habia entrado en la fria noche parisina y habia mutilado sin impunidad alguna esta obra de arte. Un escalofrio recorrio mi cuerpo, tras recordad que la primera vez que la vi fue en uno de esos calendarios que clubs nocturnos regalan en Navidad y que nunca hasta ahora habia visto la obra en vivo, puesto que mis acompañantes a Paris en anteriores ocasiones, no amaban el arte, con lo que no hacian tolerable mi existencia, evitando que yo pudiera disfrutar del Louvre.
Mitchel, en su perfecto frances se informaba sobre la demanda de su presencia alli.

- No le buscamos a usted, buscamos a su acompañante. El, busca a su acompañante. si no la encuentra uste morirá.
" Elegiste el psique y no el amor. Solo la venganza fria femenina me puede ayudar"

Esta simple nota encontrada por la policia con mi frase preferida sobre la soledad acompañada y el psique, eran datos que toda la comunidad educativa en la Sorbona conocia, ya que hacia unas semanas los expuse en mi coferencia : " Como dejar de ser amado, sin morir de amor" dentro de la semana del psique y el amor de la facultad de psicologia.

En un mal español, una voz detras de mi, me invitaba bruscamente a seguirle hacia los fosos medievales del museo, rogandome que volviera a España y contactara con mi Universidad, ya que habia acontecido tambien una extraña desaparicion en la antigua Universidad Cisneriana y aunque la Interpool lo negara habia una coincidencia no solo temporal.
- ¿Quien eres?
- Solo uno de los corazones que has roto. Te amo y te conoci cuando fui Erasmus y tu una joven mas loca que ahora si cabe, en aquella universidad. Sigue esas escaleras, una avioneta te llevara a España. No me recuerdes ese será tu agradecimeinto.
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Nota aclaratoria:
El primer comentario es de la autora. Leedlo por favor.